La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner fue introducida por primera vez en 1983 y sugiere que existen diferentes tipos de inteligencia en los individuos, incluyendo la inteligencia lingüística, lógico-matemática, musical, corporal-kinestésica, espacial, interpersonal e intrapersonal. Esta teoría ha ganado amplio reconocimiento en el campo de la educación y tiene aplicaciones prácticas en el lugar de trabajo también.
Dicho sea de paso, comentar que el propio Gardner tuvo en consideración si llamarlas “Inteligencias” o “capacidades”, como nos podemos imaginar eligió el primer término.
Veamos más de cerca cada uno de estos tipos de inteligencia y cómo pueden ser beneficiosos en el lugar de trabajo.
La inteligencia lingüística se refiere a la capacidad de usar el lenguaje de manera efectiva. Las personas que poseen esta inteligencia tienen una habilidad para comunicar sus ideas de manera clara y persuasiva, tanto en la escritura como en la expresión oral. En el lugar de trabajo, las personas con inteligencia lingüística pueden destacar en roles como la escritura, la edición, la oratoria o la enseñanza.
La inteligencia lógico-matemática es la capacidad de pensar lógicamente y resolver problemas utilizando conceptos matemáticos. Las personas con esta inteligencia son habilidosas en el razonamiento, el pensamiento crítico y el análisis de datos. En el lugar de trabajo, las personas con inteligencia lógico-matemática pueden destacar en campos como la finanzas, la ingeniería, la programación o la investigación.
La inteligencia musical es la capacidad de entender y crear música. Las personas con esta inteligencia tienen una sensibilidad aumentada al sonido, el ritmo y la melodía. En el lugar de trabajo, las personas con inteligencia musical pueden destacar en roles como la composición musical, la ingeniería de sonido o la terapia musical.
La inteligencia corporal-kinestésica es la capacidad de controlar los movimientos corporales y manejar objetos con habilidad. Las personas con esta inteligencia tienen un agudo sentido de la conciencia corporal y a menudo son físicamente coordinados. En el lugar de trabajo, las personas con inteligencia corporal-kinestésica pueden destacar en roles como el atletismo, la danza, la cirugía o el trabajo artesanal.
La inteligencia espacial se refiere a la capacidad de visualizar y manipular objetos en la mente. Las personas con esta inteligencia tienen habilidades en tareas que implican la visualización mental y el razonamiento espacial. En el lugar de trabajo, las personas con inteligencia espacial pueden destacar en roles como la arquitectura, el diseño de interiores o el diseño gráfico.
La inteligencia interpersonal es la capacidad de entender e interactuar eficazmente con los demás. Las personas con esta inteligencia tienen habilidades para percibir las emociones y motivaciones de los demás y pueden comunicarse eficazmente con diferentes tipos de personas. En el lugar de trabajo, las personas con inteligencia interpersonal pueden destacar en roles como la asesoría, el trabajo social, el servicio al cliente o la gestión.
La inteligencia intrapersonal es la capacidad de entenderse a uno mismo, incluyendo los pensamientos, emociones y motivaciones. Las personas con esta inteligencia son conscientes de sí mismas y reflexivas, y pueden utilizar este conocimiento para administrarse a sí mismas y a sus relaciones con los demás.
En el lugar de trabajo, las personas con inteligencia intrapersonal pueden destacar en roles como el coaching, la asesoría o el liderazgo.
Últimamente se está considerando también la “Inteligencia transpersonal”, como aquella que está relacionada con el propósito vital, la misión que podemos desempeñar en la vida y aquellas cuestiones que tienen un alcance mayor en cuanto a darle sentido a nuestra existencia.
En conclusión, la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner sugiere que las personas tienen diferentes fortalezas y debilidades en diferentes tipos de inteligencia. Al identificar nuestras propias inteligencias únicas, podemos entendernos mejor a nosotros mismos y nuestras fortalezas, y utilizar este conocimiento para destacar en nuestros campos elegidos. Al reconocer las fortalezas e inteligencias de los demás, podemos construir equipos más sólidos y diversos y crear un lugar de trabajo más inclusivo.
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